Coloquio

Edición Nº3 - Enero 2011

Ed. Nº3:Lula y la “Doctrina Roberto Carlos” de la Política Exterior Brasileña

Por Fabián Calle

El último lustro o más, será visto en el futuro como una «edad de oro» y tal vez irrepetible de la política exterior del Brasil. Un lapso de tiempo en donde la estabilidad económica, reencauzada pos debacle del Real en 1998, y política, en especial después de la superación de la crisis dentro del gobierno de Lula por acusaciones de corrupción entre el 2004 y 2005, se vio complementada por: 

1) Una superpotencia estadounidense impactada por los eventos terroristas del 11/9/2001 y empantanada en las guerras en Irak y Afganistán, derivando en un distanciamiento estratégico hacia América Latina con la excepción del caso Colombia 2) Una Argentina colapsada en el 2001-2002 y que luego de su vigorosa y para muchos sorprendente recuperación aun se encuentra ensimismada en sus internas facciosas y fantasmas del pasado 3) una fuerte suba de los precios internacionales de las materias primas, de los cuales el Brasil es un gran productor, así como la entrada en escena definitiva y masiva de China 4) el ascenso de gobiernos «bolivarianos» y contestatarios a los EE.UU. en Venezuela, Bolivia y Ecuador, los cuales más allá de serias fricciones no han dudado en reconocer la necesidad de un vinculo económico y político cercano a Brasilia 5) ultimo, pero no por ello menos importante, la presencia de un líder con el carisma y la habilidad política del presidente Lula da Silva.

Este cúmulo de factores, y otros que pueden quedar por el camino, han derivado en un período en donde la política exterior brasileña pudo hacer fuertes a arriesgadas jugadas sin pagar grandes costos. Repasamos algunas de las «heterodoxias» del gigante sudamericano: 1) la no autorización en el año 2004 a la Agencia Internacional de Energía Atómica para una plena inspección de la planta de enriquecimiento de uranio en Resende. Cabe indicar, que la fricción entre Brasil y la Agencia fue por el interés de esta última de acceder a las centrifugadoras ahí instaladas. Apegándose a la letra del TNP, Brasilia permitió medir en nivel de enriquecimiento de uranio en la entrada y la salida del proceso pero no el conocer el origen y tecnología de las maquinarias utilizadas 2) la abstención del Brasil en la asamblea anual de INTERPOL en Marruecos del 2007 en donde la Argentina, con el respaldo de los EE.UU., Israel y otras potencias occidentales, pidió la captura internacional de una decena de iraníes sospechados de participar en el ataque terrorista a la AMIA en 1994 3) la postura de Lula de declarar la legitimidad y sustancial transparencia del reciente proceso electoral en Irán 4) la participación en Bolivia en planes de lucha contra el narcotráfico, reemplazando a la DEA de los EE.UU. expulsada por el gobierno de Evo Morales 5) la compra de material bélico a Francia, y la polémica decisión de Lula de anunciar su preferencia por aviones de combate galos vis a vis los F-18 de los EE.UU. varias semanas antes de que concluyera formalmente la licitación sobre los mismos 6) la venta de 24 aviones de combate Super Tucanos a Ecuador luego del ataque de Colombia a territorio de este país para abatir un campamento de las FARC 7) la reciente justificación del Lula a las compras de armamento de Venezuela, recordando el intento de golpe contra Chávez en el 2002 y las grandes riquezas petroleras y gasíferas de ese país caribeño 8) el expreso malestar de Brasilia con Colombia y los EE.UU. por el acuerdo sobre la utilización de 7 bases militares 8) la visita del Presidente de Irán a Brasilia en Noviembre 2009 y la de Lula a Teherán a comienzos del 2010 9) la autorización para el ingreso de Zelaya a la Embajada del Brasil en Honduras en septiembre 2009 10) la abstención en la votación llevada a cabo en Noviembre 2009 en el ámbito Agencia Internacional de Energía Atómica para cuestionar el programa nuclear iraní, vis a vis los votos favorables a la censura de la potencia Persa por parte de los EE.UU., Rusia, China, todos los países europeos representados y la misma Argentina 11) la aseveración de Lula, en Diciembre 2009, de que ni los EE.UU. ni Rusia tienen autoridad moral para presionar y sancionar a Irán por su programa nuclear. El mandatario brasileño  pidió «mucha paciencia» con Irán y defendió el derecho de Teherán de enriquecer uranio para generar electricidad – el mismo que el Brasil tiene- . Este cúmulo de acciones, no parecían hasta ahora generar una reacción fuerte en los EE.UU. y en sectores conservadores y/o neoliberales en nuestra región. No obstante, todo indica que este periodo de acciones sin costos estaría por comenzar lentamente a terminar. Un lustro dorado, en donde la doctrina «Roberto Carlos» o «quiero tener un millón de amigos y así mas fuerte poder cantar» fue transformada por Lula y sus circunstancias internas y externas en política exterior.

El último tramo del año 2009 parece representar una erosión del «teflón» que recubrió al Brasil en general y a Lula en particular a partir de comienzos del 2006. Cabe recordar que hasta bien entrado el 2005 la situación política interna del gobierno del PT fue más que complicada por acusaciones de corrupción, renuncias de ministros claves y los debates en la oposición sobre si buscar la remoción de Lula por medio de un proceso en el Parlamento. Las tenues grietas en este blindaje o «free lunch», van de la mano de las recientes reacciones de importantes formadores de opinión en el hemisferio americano y aun en países como España. Nos referimos por ejemplo al articulo de Moises Naim «Los textos secretos de Lula». En el mismo, transcribe dos supuestos memos de asesores de Lula. Uno le aconseja un acercamiento a Irán y el otro le advierte sobre las graves consecuencia de ello y las contradicciones con la historia del PT y su lucha por la libertad. En el ultimo párrafo, Naim afirma «Estos textos ni son secretos, ni son verdaderos. Los he inventado yo. Pero si bien son sólo producto de mi imaginación, su mensaje central refleja una realidad que hoy le es obvia hasta al propio Lula: se equivoco».

En los primeros días de Diciembre 2009, The Wall Street Journal, uno de los medios que más «mimo» a Brasil y a Lula en los últimos años afirma que el gobierno de Obama «está decepcionado» con la política exterior de la potencia sudamericana . El artículo agrega que el incremento de las capacidades del Brasil, los procesos bolivarianos y la creciente penetración de China en América Latina son factores que van conformando un desafío para la superpotencia mundial. De manera complementaria, Andrés Oppenheimer, que en los últimos años desarrollo un listado de Estados-regímenes «malos» (Venezuela, Bolivia, Ecuador y Venezuela), «buenos» (Brasil, Chile, Colombia, Perú y Uruguay) e «indescifrables», tirando crecientemente a «malo», (la Argentina de los K) sorprendentemente afirma: «La medalla de oro por hipocresía política debe ser para Brasil. El presidente Luiz Inacio Lula da Silva encabeza el grupo de países que no ha reconocido los resultados de las elecciones en Honduras, ganadas por Porfirio Lobo, un izquierdista convertido en empresario. Lula da Silva dice, correctamente, que reconocer la elección de Lobo sentaría un mal precedente para América Latina porque legitimaría unas elecciones convocadas por un gobierno no democrático». Pero lo que hace de la posición brasileña una evidente muestra de hipocresía política es que sólo días antes de pedirle al mundo que no reconociera la elección de Lobo en Honduras, Lula da Silva le dio un espléndido recibimiento en la capital brasileña al hombre fuerte de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, ofreciéndole un reconocimiento internacional que mucho necesita. Además de ignorar las advertencias de Naciones Unidas sobre su programa nuclear y afirmar repetidamente que quiere barrer a Israel de la faz de la tierra, Ahmadinejad acaba de proclamarse el ganador de unas elecciones extremadamente dudosas y cuestionadas. Peor todavía, el régimen de Ahmadinejad ha condenado a muerte a ocho opositores, algo que al saliente gobierno de facto de Honduras ni siquiera se le ocurrió. Además, ¿cómo puede Lula da Silva llamar a mantener sanciones internacionales contra Honduras mientras, al mismo tiempo, exhorta al mundo a levantar las sanciones que quedan contra Cuba?…Pero la posición de Brasil en la crisis de Honduras ha sido un chiste… Pocas semanas antes de este artículo, Oppenheimer se había mostrado preocupado por el aparente interés del Brasil de ir hacia un desarrollo nuclear no necesariamente pacífico y enmarcado en los acuerdos bilaterales, hemisféricos e internacional . Si bien concluía que había bases para esa sospecha, terminaba afirmando que una posible justificación era el supuesto temor de Brasilia a la alianza entre Venezuela e Irán. Más allá de no descartar dicha tesis, esta línea de argumentación no parece poder explicar en su totalidad los decididos avances del Brasil en materia nuclear y de enriquecimiento de uranio previo al ascenso de Chávez en 1999 y al acercamiento de Caracas y Venezuela a partir del año 2005.

Finalmente, y desde una perspectiva más académica, S. Walt, uno de los mayores especialistas en Relaciones Internacionales de la Universidad de Harvard, colocaba recientemente en su blog profesional la siguiente afirmación: «Brasil esta más independiente». «El Presidente Lula da Silva ha abierto mas de 20 embajadas alrededor del mundo desde el 2003, se mantiene en buenos términos con el hombre fuerte venezolano Hugo Chávez, ha defendido el programa de investigación nuclear de Irán y recientemente ha recibido en Brasilia al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad»

El canciller brasileño Celso Amorim ha dicho que «no hay crisis» (entre Brasilia y Washington). Pero también ha dicho que los dos países están en «diferentes latitudes». Brasil también crea nuevas oportunidades diplomáticas para otros países de América Latina, así como oportunidades para otras grandes potencias. ¿Esto podría anunciar la gradual erosión de la Doctrina Monroe?