Coloquio

Edición Nº15 - Marzo 2012

Ed. Nº15: Presentación por parte de la Presidenta del Subcomité de Investigación sobre el Antisemitismo

Por Fiamma Nirenstein

Antisemitismo

 

Nuestro informe final demuestra claramente la urgencia de nuestro trabajo: ustedes encontrarán aquí todas las razones por las que pedimos al Parlamento italiano en 2009 que siguiera los pasos de los Parlamentos británicos y canadienses con respecto a la investigación sistemática de lo que el historiador Robert Wistrich define como el «largamente odiado» antisemitismo.
Nos embarcamos en esta misión con mucha energía y realizamos docenas de audiencias, lo que incluyó a cuatro Ministros. A lo largo de nuestro trabajo, también realizamos muchas sesiones abiertas, invitando tanto a Miembros del Parlamento como a ciudadanos a debatir acerca del tema antisemitismo en las salas de nuestra institución democrática más importante.

Trabajamos intensamente, pero aún así no pudimos igualar la velocidad de esta nueva marea que invade al mundo inesperadamente sesenta años después de la Shoah. También ha habido amplia evidencia de la intolerancia creciente hacia nuestro Subcomité de Investigación, que es acusado de ser el brazo largo del control judío en Italia y su Parlamento.

Me gustaría agradecer al Presidente de la Cámara de Diputados, a los Presidentes de los Comités de Asuntos Constitucionales y Asuntos Exteriores y a todos los miembros de nuestro Subcomité por sus contribuciones. En particular, me gustaría agradecer a todos los funcionarios del Comité y otros miembros del personal que han demostrado su dedicado compromiso para completar esta investigación con nosotros.

Trabajamos con un sentido de urgencia sin precedentes, impulsados por el resurgimiento abrupto de este peligro milenario. Además, como legisladores, sentimos la obligación específica de evitar las subestimaciones pasadas con respecto al peligro, y de superar muchos obstáculos para poder ir más allá de las afirmaciones retóricas y tomar medidas concretas.

No sólo es un tema de Italia, es una emergencia mundial: se describe un nuevo antisemitismo globalizado en todos los documentos mencionados en el informe. Primero la OSCE, luego la Coalición Interparlamentaria para Combatir el Antisemitismo (ICCA, por sus siglas en inglés), de cuyo Comité Directivo soy miembro, y los Comités de Investigación de Londres y Ottawa mostraron que un antisemitismo basado en estereotipos viejos está utilizando nuevas herramientas muy invasivas y generalizadas. Las resoluciones internacionales se refieren a «una situación reminiscente de los años 30, sin paralelismos y sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial».

En algunos países, los episodios antisemitas han crecido en un 50% o 60%; el porcentaje de personas que tienen una opinión desfavorable sobre los judíos – incluso aunque nunca hayan conocido a alguno – es increíble. Y contra toda expectativa posible, la cifra es más del 40% en Italia, pese a que tenemos menos incidentes violentos en comparación con el resto de Europa. Todo esto me retrotrae a muchos análisis del antisemitismo italiano, que muestran que es cuidadoso, sigiloso, pero al final es extremadamente letal.

?Podemos hablar de antisemitismo auténtico cuando vemos las nuevas expresiones en Internet y las redes sociales, el antisemitismo neonazi con las acusaciones sobre el control judío, incluso en el Parlamento italiano, la nueva negación del Holocausto genocida, que sentencia a muerte a Israel? ?Es peligroso? Hay diferentes visiones sobre este tema, e incluso durante nuestras sesiones escuchamos opiniones diferentes. Desde mi punto de vista, hay una continuidad clara y sustancial, incluso es difícil sobrellevarlo para gente como yo quienes hemos creído firmemente que después de la Shoah el antisemitismo no podría existir otra vez.

 

Aunque es cierto que en las últimas décadas el conocimiento sobre la Shoah se ha expandido más que nunca, paradójicamente esto ha creado una violenta reacción en términos de una rebelión general contra la verdad, un sentimiento de culpa irritable y casi aburrido, aunque aún reaccionario. En los peores casos, este sentimiento ha generado negación y, a veces, el retorno a la ignorancia. Es así como, en España, el 35% de los individuos de entre 18 y 44 años no pueden ubicar cronológicamente a la Shoah, y dos tercios de los europeos que respondieron no saben cuántos judíos fueron asesinados.

Por lo tanto, no sólo debemos pelear contra la ignorancia, sino que debemos también tratar de despertar un anhelo por conocer la verdad. En particular, porque debemos ser conscientes que estamos escuchando a los últimos queridos testigos de la Shoah. Hoy en día nos enfrentamos contra un antisemitismo negado y enmascarado, insinuante por naturaleza pero que nunca es abiertamente admitido, y que incluso puede ser tan extremo como para imaginar la eliminación del pueblo judío.

La premisa de la determinación actual de eliminar a los judíos, y primero a Israel como el «judío colectivo», es la negación pura de la Shoah. Y es una vergüenza que precisamente la institución que debió haber condenado esta actitud, la haya aceptado repetidamente en su podio: esto es lo que sucede cuando las Naciones Unidas se convierten en un instrumento para negar y eliminar teorías; cuando el Presidente iraní, Ahmadinejad, que promete destruir Israel, lo define como «un árbol con raíces podridas» y argumenta que los ataques a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001 fueron una «conspiración Sionista». Con estas espantosas afirmaciones públicas y su lenguaje inaceptable, destruye la credibilidad de las instituciones, alentando así un comportamiento similar a escala mundial. Desafortunadamente, tenemos mucha evidencia sobre este fenómeno.

?Entonces, qué es el antisemitismo hoy? ?Es diferente de lo que ha sido en los últimos siglos? ?Ha dejado atrás el plan de exterminar al pueblo judío? En mi opinión, la respuesta es no: el núcleo del fenómeno ha permanecido intacto, sólo está más ampliado y extendido por la globalización. Existen algunos temas actuales específicos que también se conectan con esto, como la emigración o los problemas económicos que crearon la desconfianza general en la política.
Estamos siendo testigos de un renacimiento de los sentimientos racistas del ala derecha, asociados con la intolerancia étnica y cultural, que, a veces, se dirigen también a la Comunidad Judía Italiana que ha estado viviendo aquí durante más de 2000 años. Además, el antisemitismo se ha visto aumentado por la comunidad judía colectiva más notoria que jamás se haya visto, el Estado de Israel. Hemos notado que los estereotipos típicamente antisemitas (libelo de sangre, teorías conspirativas…) son usados en su contra, además de las críticas políticas legítimas, tal como hemos resaltado en repetidas oportunidades.

El Presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, que encontrarán citado en nuestro Informe, respalda nuestra opinión, así como también las visiones expresadas por todos los expertos y Ministros entrevistados.
Nuestros tiempos están caracterizados por un crecimiento exponencial de la cantidad de mensajes que aparecen en las redes sociales: éstos capitalizan la ignorancia y el esparcimiento de los estereotipos de base. Según los mensajes más peligrosos, se cree que los judíos han inventado o agrandado la historia de la Shoah, para obtener un Estado de Israel colonial e ilegítimo que ahora persigue a los palestinos. Pero ?cómo? Bueno, justamente del mismo modo en que los Nazis persiguieron a los judíos. A menudo, una confusión intelectual dolorosa tiene como consecuencia la negación de la historia que, entonces, es traída de repente a escena, sólo para acusar de crueldad a los judíos. Además, este enfoque ignora completamente el hecho que la historia del Sionismo no tiene nada que ver con la Shoah, ya que la antecede por mucho tiempo.

El antisemitismo de hoy es alimentado por una leyenda política que tiene como consecuencia una tendencia teórica e, incluso, místico-religiosa. De hecho, los islamitas radicales describen a los judíos como «cerdos y monos» y, en la televisión y en los libros de texto de muchos países árabes, son generalmente descriptos como asesinos crueles y explotadores codiciosos. Esta incitación es tan vasta y multifacética que ciertamente es el tema político más importante con el que tenemos que lidiar a través de las fronteras.

 

Cuando se trata de Europa, es fácil determinar la frecuencia con la que los ataques políticos contra Israel se convierten en ataques físicos contra judíos, tal como sucedió en el gueto de Roma y varios centros, cementerios y hogares de líderes de la comunidad judía. No podemos evitar recordar el ataque trágico a la Sinagoga de Roma en 1982 llevado a cabo por un grupo terrorista. En este ataque murió el bebé romano-judío de dos años, Stefano Gay Taché.
Si bien debemos afirmar el derecho incluso a la crítica más severa, también sentimos la obligación de pedir a la gente que se abstenga de utilizar lenguaje incitante, que se convierte completamente antisemita cuando alguien aclama que los judíos están creando campos de concentración o un Estado de Apartheid. Este lenguaje es típico del boicot moral.

El nuevo antisemitismo no es odio religioso o racial simple y puro. Todo lo contrario, los campeones del antisemitismo, incluso aquellos que tienen una actitud genocida, despliegan las pancartas de tres religiones monoteístas y citan a un padre común, Abraham. Sin embargo, cuando leemos el contexto, siempre podemos identificar la realidad y los estereotipos del antisemitismo. Las tres Ds de Nathan Sharansky pueden ayudarnos cuando intentamos identificar el cambio del derecho a la crítica hacia el antisemitismo: Demonización, cuando el juicio es desproporcionado y sin sentido, es decir, cuando se vincula a Gaza con Auschwitz; estándares Dobles, cuando Israel es juzgada por criterios completamente distintos a los de otros países; por ejemplo, sobre derechos humanos, mientras China, Irán y Cuba son completamente ignorados por las organizaciones internacionales; Deslegitimación, cuando se niega el derecho de existir de Israel.

Ya que, desafortunadamente, hemos notado en nuestra Investigación que el antisemitismo es inversamente proporcional al acceso a la educación para los jóvenes, es una obligación presente y evidente de las instituciones encontrar el camino para intervenir.

Sabemos que los ataques a judíos siempre preceden a los ataques a la democracia. Kofi Annan, en capacidad de Secretario General de las Naciones Unidas, expresó una vez: «Nuestra organización nació cuando el mundo recién se había enterado del horror de los campos de exterminación y concentración. Por lo tanto, es correcto decir que las Naciones Unidas surgieron de las cenizas del Holocausto. Y la agenda de los derechos humanos que no trata el antisemitismo niega su propia historia. […] Es difícil creer que, 60 años después de la tragedia del Holocausto, el antisemitismo esté nuevamente levantando la cabeza. Pero está claro que estamos siendo testigos de un resurgimiento alarmante de este fenómeno en formas y manifestaciones nuevas. Esta vez, el mundo no debe ni puede quedarse en silencio». Recordó que las Naciones Unidas nacieron en el despertar de la Segunda Guerra Mundial, para evitar la recurrencia de este horror, especialmente del antisemitismo. Del mismo modo, podemos decir que todas nuestras instituciones democráticas que nacieron después de la Segunda Guerra Mundial han crecido a partir de las cenizas de los judíos, teniendo en mente que el antisemitismo es el riesgo más severo y la batalla base decisiva para el futuro.

El nacimiento de la ICCA, las conferencias realizadas y los documentos firmados por muchos grupos interparlamentarios son manifestaciones de la voluntad de pelear activamente contra este fenómeno. Recientemente, el Consejo Internacional de Parlamentarios Judíos de todo el mundo, que tengo el honor de presidir, ha desarrollado planes para visitar los países donde el antisemitismo está ganando poder, como Escandinavia y Venezuela, para pedir a sus gobiernos que detengan este fenómeno con gran determinación.

Sin embargo, ninguna medida tendrá éxito excepto que las Instituciones sean capaces de tomar conciencia de esta nueva situación, en todas sus ramificaciones. Un caso puntual es el de Ilan Halimi, un joven judío que fue secuestrado en París en 2006, torturado durante 24 días y, luego, asesinado por un grupo islámico extremista, sólo por ser judío. La policía se rehusó a creer en la rama antisemita de este asesinato y lo atribuyeron a varias circunstancias diferentes. Pues bien, este hecho debe verse como un recordatorio muy serio.

Hemos estado trabajando para crear conciencia general acerca de lo que hoy significa el antisemitismo, y seguiremos en la misma senda para luchar activamente contra el antisemitismo.