Coloquio

Edición Nº27 - Abril 1998

Ed. Nº29: Los judíos de las Indias Occidentales Danesas

Por Mordechai Arbell

Traducción del inglés: Pedro J. Olschansky

St. Thomas, St. Croix, St. John, de las Islas Vírgenes

 

Buques daneses y noruegos que habían navegado a las Indias Occidentales y retornado al puerto de Copenhague pletóricos de cargamentos de azúcar y tabaco, tentaron a los comerciantes y armadores de Dinamarca y Noruega a hacer fortuna en aquellos parajes. 
Con el apoyo del rey Cristián V, el 11 de marzo de 1671 la Compañía Danesa de las Indias Occidentales recibió su Carta Real constitutiva, la cual la autorizaba a tomar posesión de la isla de Saint Thomas (Santo Tomás) y otras adyacentes que pudieran estar deshabitadas y ser aptas para cultivarlas con plantaciones. 

La Compañía recibía permiso para erigir fuertes y albergues, y administrar justicia1. Además, se le prometía contar con servidores, hombres y mujeres, reclutados en diversas cárceles. Las actividades de esta Compañía se prolongaron durante ochenta y cuatro años. 

Luego del establecimiento de dicha Compañía Danesa de las Indias Occidentales, colonos de varios orígenes comenzaron a arribar, holandeses en su mayoría aunque también hubo daneses, franceses, alemanes e ingleses, así como cierto número de judíos. El idioma prevaleciente era el holandés. 
 
Ante el fracaso de los siervos reclutados que fueron traídos con el primer gobernador de la isla, Iversen – casi todos ellos perecieron debido a la enfermedad y al maltrato recibido – la colonia quedó dependiente de la mano de obra esclava africana, por lo que se acordó la absorción de la Compañía Africana de Gluckstadt en la Compañía Danesa de las Indias Occidentales. La avanzada danesa de Christiansborg (conocida como “El castillo dinamarqués”), en Guinea, proveyó los esclavos que necesitaba St. Thomas. Hacia el año 1680 la población ya era de 156 blancos y 175 negros. 
 
Carlos II de Inglaterra reconoció los derechos de Dinamarca a la nombrada isla. Los españoles renunciaron a sus reivindicaciones por ella. Los franceses, que en 1650, comandados por De Poincy, desde St. Kitts ocuparon la isla vecina de St. Croix, en realidad se beneficiaron con la presencia danesa: las guerras libradas por Luis XIV contra los holandeses, aislaron a St. Croix y su gobernador francés, De Baas, abrió la isla al comercio danés para salvarla de la hambruna. 
 
Cuando el gobernador Iversen dejó su puesto, principió un período de desorden. El segundo gobernador, Nicholas Esmit, fue derribado por una rebelión de sus subordinados. Su hermano, el tercer gobernador, Adolphe Esmit, fue depuesto por haber habilitado el puerto de St. Thomas, y su despacho mismo, para brindar abrigo y ayuda a los piratas de las Indias Occidentales, los cuales infestaban la región. 
 
Gabriel Milán 
 
El 10 de marzo de 1684 la Compañía Danesa de las Indias Occidentales eligió, entre todos los candidatos, a Gabriel Milán como gobernador de St. Thomas, considerando que él tenía “la mejor preparación en materias del comercio y del intercambio, conocía sus lenguajes, tenía sentido común y necesitaba dicha posición”2.
 
El archivista Krarup, quien sirvió en los Archivos Estatales, en Copenhague, ha legado una descripción biográfica de Gabriel Milán, contándonos que: 
 
Él era de la familia Milano o Milán (Miláo en portugués), la cual en aquella época formaba parte de la clase mercantil judía en Hamburgo, y estaba emparentado por matrimonio a las bien conocidas casas judías portuguesas de Da Costa y De Castro. Gabriel Milán estaba casado con la hija del famoso médico y sabio “jajam”, rabino Benjamín Diniz Mussaphia, integrante de la familia De Castro (Najmías) y en aquella época médico de Cristián IV (rey de Dinamarca). Gabriel Milán había sido soldado, y servido como tal a las órdenes del cardenal Mazarino. Hacia 1667-70 era comerciante en Amsterdam y se desempeñó como banquero del príncipe Jorge de Dinamarca. Estaba familiarizado con los idiomas español, francés, portugués, alemán y holandés. En 1665 fue nombrado comisionado de Dinamarca en Amsterdam, y fue aquella época que entabló conexiones con daneses prominentes3.
 
El nuevo gobernador, Milán, puso proa rumbo a St. Thomas a bordo del navío real “Fortuna”, con un equipo de ocho hombres más su familia, una institutriz, tres criadas, tres lacayos, sirvientes, asistentes, un cargamento de vinos importados, siete perros y una fuerte suma en dinero efectivo4.
 
Esmit, quien había logrado acumular oro, plata y otras posesiones, y embarcarlas a St. Eustatius, le entregó a Milán un tesoro vacío y una isla que se había convertido en proscrita por guarnecer piratas además de objetivo de frecuentes incursiones de ataque por parte de los españoles provenientes de la isla Española. 
 
Milán respondió con medidas despóticas. Arrestó a su predecesor, no consultó al Consejo local sobre su decisión – enemistándose así con los plantadores – y designó a su hijo, Félix, como teniente gobernador. La Compañía envió una comisión para solucionar las dificultades suscitadas con el nuevo gobernador. Su arribo coincidió con un ataque iniciado por Milán contra la flota española, que resultó desastroso. Milán presentó resistencia al comisionado de la Compañía, pero una fuerza de marineros y plantadores lo obligó a rendirse. 
 
Llevado de regreso a Dinamarca, Milán fue acusado de rebelión. Tras un juicio en 1689, fue decapitado el 26 de agosto en la Plaza Nueva (“Nytorv”) de Copenhague. Sus posesiones fueron decomisadas por la Compañía Danesa de las Indias Occidentales, y su plantación confiscada, dejando sumida a su familia en la pobreza. 
 
Uno de los principales testigos contra él fue el capitán Jorgen Meyer, del buque de guerra real que había traído a Milán a St. Thomas. Milán calificó al capitán Meyer de furibundo antisemita que estaba lleno de inquina hacia “un judío infortunado”5.
 
Los brandemburgueses en St. Thomas. Primeros derechos de los judíos. 
 
El elector de Brandemburgo aceptó una propuesta de una compañía brandemburguesa africana. Los brandemburgueses y los prusianos estaban interesados en comerciar en “oro, marfil, granos, negros y todo lo que las costas de Guinea y Angola producen”6. En consecuencia, una expedición a la costa de Guinea dio por resultado tratados con tres jefes nativos para el suministro de esclavos y la fundación del bastión de “Den grossen Friedrichsberg” y más tarde del fuerte “Sophie Louise”. Ahora necesitaban una avanzada en las Indias Occidentales para disponer la utilización de sus cargamentos de seres humanos. Entonces entraron en negociaciones con la corona danesa con el objetivo de lograr una base en St. Thomas, puesto que “sin el tráficos de esclavos a América, la compañía africana no está en condiciones de progresar”7.
 
Finalmente, el 24 de noviembre de 1687 fue concluido un tratado definiendo las condiciones bajo las cuales podía actuar en St. Thomas la Compañía Brandemburguesa Africana. Los daneses podían retener sus apostaderos en Guinea, la costa del Cabo y Christiansborg, y los brandemburgueses los suyos – Gross Friedrichsberg y Sophie Louise -, y ambos grupos aportarían en bases igualitarias las guarniciones de sus bastiones. Un gobernador general, elegido en común por ambas compañías, residiría en Copenhague y tendría el comando supremo; y el jefe de los asuntos comerciales sería elegido por el Elector de Brandemburgo. Dos cámaras, una en Copenhague y la otra en Emden, constituirían la junta de gobierno. La soberanía sobre St. Thomas y las islas adyacentes correspondía al rey de Dinamarca. Los brandemburgueses recibirían en St. Thomas un área para plantación. La duración del tratado era de treinta años. 
 
Por recomendación del elector de Brandemburgo, los calvinistas y luteranos gozarían del libre ejercicio de su religión. Los católicos y los judíos serían “tolerados y permitidos de tener servicios privados, a condición de que no consintieran escándalos”8.
 
Los dinamarqueses siempre albergaron sospechas de que Brandemburgo estaba a la espera de una oportunidad para apoderarse por completo de la isla. En realidad los plantadores se endeudaron con la Compañía Brandemburguesa, lo que dio aliento al temor de que, en caso de disputa, ellos se pusieran del lado de los alemanes. Pero hacia el año 1700, la iniciativa brandemburguesa en St. Thomas se había ido marchitando lentamente. 
 
En 1717 St. John fue ocupada por los daneses. En cuanto a la isla de St. Croix, la misma fue colonizada en 1625 por plantadores holandeses e ingleses, a los que se unieron refugiados franceses de St. Kitts. En 1650 los ingleses expulsaron a los holandeses y franceses, y a su vez fueron echados ese mismo año por una expedición española. Poco tiempo después fue capturada para Francia por De Poincy, quien la dio – entre 1651 a 1654 – a los Caballeros de Malta, que la rigieron en nombre de Luis XIV. En 1695 los franceses se marcharon a Santo Domingo y la isla fue abandonada. En 1733 los daneses la compraron a los franceses. 
 
Con la adquisición de St. Croix, principió un período de prosperidad para la Compañía Danesa de las Indias Occidentales y de Guinea. 
 

El asentamiento judío

Quizás vivieron algunas familias judías en St. Thomas desde el comienzo de la conquista dinamarquesa de la isla. En una lista de contribuyentes de impuestos que cubre el bienio 1697-1698, es mencionada la familia judía de Jacob Elias y su esposa Diana, propietarios de una pequeña plantación9. Pudieron estar allá otros judíos como personas individuales. Sin embargo, cuando el cura católico francés Labat visitó la isla en sus viajes de 1693 a 1705 (y él era muy puntillloso para registrar la presencia de judíos) no hizo mención de ellos en St. Thomas10.

 
Cuando el gobierno danés estaba negociando la compra de la isla de St. Croix a los franceses, un judío de St. Thomas, Emanuel Vass, fue designado por los dinamarqueses y viajó a Martinica para gestionar las complicadas y difíciles negociaciones para la transferencia final de St. Croix a la soberanía de Dinamarca11.
 
Fue en el período que comenzó en 1740 cuando familias judías portuguesas de Francia empezaron a llegar a St. Thomas. 
 
Ese mismo año fue el de la consagración de la más antigua iglesia católica en la isla, probándose así en la realidad la existencia de libertad de religión. El año de 1796 fue el de la habilitación de la primera sinagoga en St. Thomas. Sin embargo, el cementerio judío data de 1750, y debemos asumir por esto que en aquel entonces ya había en la isla una cantidad tangible de judíos como para requerir una necrópolis propia. 
 

El rabino Relkin, de la comunidad de St. Thomas, ha localizado un investigador en los Archivos Nacionales de Francia, el cual cita una carta escrita por un judío francés de St. Thomas a un amigo en París, relatándole acerca de las familias judías en la isla:


Usted me pide que yo le cuente sobre los judíos franceses que viven aquí en St. Thomas. Le puedo decir que les ha ido bien en los negocios. Son prósperos. Poseen las mejores y más espa-ciosas casas. Envían a sus hijos a las mejores escuelas de Francia12.
 
Los registros de inhumaciones que yo encontré para el período entre 1792 y 1802 están escritos en francés13. Algunos ejemplos que representan apenas una parte de las lápidas con inscripciones en francés, atestiguan el origen francés de parte de la población judía de St. Thomas, según los epitafios anotados en la lista confeccionada por Margolinsky14:
 
Benjamin Nones, de Burdeos – nacido en 1837. 
Félix Nunes, de Bayona – nacido en 1837. 
Rebecca Cappe – fallecida en 1859. 
Sara Emily Petit – fallecida en 1858. 
Mardochée Fernandes Dias Sourdis – fallecido en 1848. 
Jacob Baiz, de Bayona – nacido en 1779. 
G. Aaron Pissaro – nacido en 1833. 
Nathan Elicha Arthur Caen, de Dijon. 
Sara Petit – fallecida en 1855. 
Tibulle Isaac de David Salzedo, de St. Esprit, Bayona. 
David Borgies – fallecido en 1842. 
Jean Abel Caliber, de Burdeos – fallecido en 1848. 
 
Al mismo tiempo hay evidencia de la existencia de judíos en la isla de St. Croix desde 1746 en adelante. El investigador Zvi Loker cita un estudio confeccionado por Eva Lausetz, de la Christianted Public Library, efectuado en los Reales Archivos de Dinamarca, que muestra que las listas para empadronamiento y pago de impuestos correspondientes a los años 1764 a 1766 indican que “en el año 1764 existía una «sinagoga» ubicada en Dorningensgade” y que a finales de 1765 “la Sinagoga de los Judíos se incendió” y también había “una pequeña casita perteneciente a la Sinagoga de los Judíos”15. El misionero cristiano alemán Andreas Olendorps subrayó en sus recuerdos, redactados en 1777, que los judíos no tenían sinagoga y rezaban en casas privadas. El observó la presencia de judíos en las islas danesas, especialmente en St. Croix16.
 
Un comunicado oficial del Concejo de St. Croix fechado el 12 de julio de 1765, menciona familias judías – dos de ellas danesas y el resto portuguesas – y señala que: 

Mantienen regularmente encuentros en el borde oeste de la ciudad, en un edificio pequeño especialmente construido para tal propósito, separado de las otras casas de modo que nadie pueda ser molestado por su griterío. No tienen sacerdotes17.
Esto coincide con los archivos de la congregación Mikvé Israel en Curazao, en los que hay una anotación que testimonia que la tesorería de esa comunidad dio 200 pesos para la construcción de una sinagoga en St. Croix, y también cita el pago del salario de Jeudah Sasso, quien fue a St. Croix para servir allá como cantor litúrgico. Asimismo se nos hace saber que en 1766 Abraham Henríquez, de St. Croix, solicitó a los “parnasim” (dirigentes comunitarios) de Amsterdam un Rollo de la Torá, el cual fue remitido efectivamente a la “Santa Congregación Santa Cruz (Sí. Croix) en América”18.
 
De las listas de contribuyentes impositivos correspondientes a 1780- 1802, es posible deducir que se hizo un esfuerzo para reconstruir la sinagoga en Dorningengade, registrándose la siguiente mención: “El terreno para edificio de los judíos, en un solar baldío reservado para la sinagoga de los judíos, no vallado”19.
 
Todo lo expuesto muestra con certeza que hubo una sinagoga judía en St. Croix. 
 
En lo que todavía queda del cementerio judío de St. Croix, situado en un suburbio occidental de Christiansted, los epitafios más antiguos datan de 1779. 
 
El éxodo de los judíos de St. Eustatius (una isla holandesa arrasada por los ingleses en 1781 con un saqueo perpetrado bajo el mando del almirante británico Rodney) y su llegada a las Islas Vírgenes, ayudó a la formación de una comunidad judía permanente en St. Thomas. En 1796 fue fundada la congregación “Beraka ve Shalom ve Gemilut Hasadim” (Bendición y Paz y Merced). Aunque previamente deben haber existido otras casas judías de oración, el 26 de julio de 1796 el rey de Dinamarca dio su sanción a la construcción de la sinagoga, la cual tendría el nombre citado20.
 
Dicha congregación judía entregó al gobernador de St. Thomas sus estatutos el 2 de octubre de 1796. Dichos estatutos fueron redactados en portugués y traducidos al inglés. El gobernador Van Scholten los ratificó en 1801. Algunos parágrafos pertinentes dicen que: 
Con la Anuencia y por la Autoridad del Honorable Frederick Baluteusen von Muhlenfels, Teniente Coronel de Infantería y Comandante de St. Thomas y St. John en América. 

Art. 1. El Mahamade (Mahamad), o consejo vigente, estará compuesto por un Presidente, un Tesorero y los Adjuntos (en español) o Vocales; consistirá de por lo menos cinco miembros, los cuales en conjunto forman un Consejo de siete. 
Art. 2. Cada nuevo año deberá haber un Presidente y un Tesorero electos y Su Honorabilidad el Comandante será debidamente informado de dicha elección. 
Art. 3. El Mahamad no estará integrado por personas relacionadas entre sí por consanguinidad o afinidad. …
… Art. 5. Catorce días antes de Año Nuevo, la elección de Presidente y Tesorero será proclamada en Sinagoga, y si las personas electas se rehúsan a aceptar, cada una de ellas será condenada a pagar cinco y veinte piezas de a ocho como punición, y otras dos serán elegidas, las cuales serán proclamadas ocho días antes de Año Nuevo y si ellas también se rehusaren, serán sujetas a una punición similar en cuyo caso el Mahamad y los Adjuntos tirarán suertes entre ellos y aquellos a quienes toquen las suertes serán obligados a servir. …
… Art.7. Las personas que ya fueron electas y sirvieron su período o pagaron su multa, no serán reelegidas durante dos años posteriores. …
… Art. 10. El Tesorero estará obligado, si alguna persona se enferma y solicita la asistencia de la Sedaca (tzedaká, caridad), a visitarlas dos veces por semana, o tantas veces que el caso lo requiera a velar porque el Doctor empleado por la Sinagoga les dé la debida asistencia, y que sus otras solicitudes sean satisfechas, y en caso de que se requiera una ayuda extraordinaria más allá de sus posibilidades, él deberá informar inmediatamente al Presidente, quien deberá convocar a los Adjuntos. …
…Art. 12. En la Sinagoga durante el servicio tendrá que guardarse toda decencia y decoro, que serán observados por la congregación, y el debido respeto deberá darse a las órdenes impartidas por el Presidente en Ejercicio por sí solo o por el Mahamad en mancomún, y ninguna persona ni personas sean cuales fueren serán permitidas de contradecir sus directivas o las de ellos, con la punición de cuatro dólares, y tal infractor o infractores serán mandados inmediatamente a salir de la sinagoga para la mejor preservación de la paz y tranquilidad en la congregación… …
… Art. 18. Cada persona llamada a los Cinco Libros de Moisés deberá ser obligada a ofrecer por lo menos un medio real al Presidente y la congregación. Ni persona alguna podrá rehusarse a una mitsvá o función que le sea encomendada por el Presidente dentro del ámbito de la Sinagoga, bajo la penalidad de (…) salir de la Sinagoga. 
(…) 
St. Thomas, Sept. 26, 1796. Elul 25, 5556. 
 
Moses Parera, Presidente. 
Samuel Hohem, Gabay. 
Adjuntos: 
Jacob García, 
Gómez Silva, 
Beiyamín Hoheb, 
Nissim Finsey, 
Jacob Semah de Valencia. 
 
Leído y autorizado con el Real Sello y mi firma, 
F. B. von Muhlenfels
5 Octubre 1796 
 
En las leyes revisadas del 25 de abril de 1803, se encuentran los siguientes y notables agregados: 

Art. 1. Sólo existirá una Congregación en la isla, la cual se denominará Bendición y Paz (Blessing and Peace), ni se permitirá a diez personas de la Religión Judía juntarse para formar un Minham (minián, quórum de diez varones) u otra Congregación separada, salvo en las casas de deudos dolientes, y ésto solamente en días de semana y no en Shabatot {plural de Shabat, el Sá-bado judío) ni en Festividades, lo cual debe tener el consentimiento del Parnás Presidente (en español), ni existirá ninguna sociedad religiosa, bajo cualesquiera descripción que fuere, sin estar sujeta al Mahamade (con esta grafía) y los Adjuntos (en español) de la Sinagoga y bajo su directa dirección, como es costumbre en todas las congregaciones… …
 
…Art. 5. No se reunirán para mantener conversaciones en los alrededores de la Sinagoga durante el servicio. Los infractores serán punidos con la suma de dos dólares. …
 
…Art. 21. Ninguna persona ni personas serán permitidas de mantener ningún debate ni disputa con ninguna de las religiones predominantes en la Isla sobre tópicos religiosos, para que no nos tornemos en aborrecibles para nuestros protectores y no sea infringida la libertad que disfrutamos. Los contraventores de este Artículo serán severamente enjuiciados. …
 
…Art. 24. Finalmente solicitamos en nombre de nuestra Nación que ellos disfruten los mismos derechos y privilegios que las Naciones Judías gozan plenamente en la madre patria y que nuestro Mahamade y Adjuntos ejerzan el mismo poder y autoridad investidos en ellos como el Mahamade y los Adjuntos en Copenhague21.
 
Si observamos los epitafios del cementerio judío de St. Croix y del cementerio Savan de St. Thomas, así como el de Altona, habilitado cuando el Savan se hizo muy estrecho para atender las necesidades de la creciente población judía, constatamos que una importante proporción corresponde a los judíos nacidos en St. Eustatius. Con la declinación de St. Eustatius como centro comercial, St. Thomas -bajo la neutral Dinamarca-, con su excelente puerto y ubicación estratégica, se tornó en un muy próspero centro de transbordo, puerto libre y abrigo para la reparación de navíos. Esto también atrajo a judíos de Jamaica, Curazao y los Estados Unidos. 
 
Un atractivo adicional para los judíos era la actitud positiva de las autoridades danesas hacia ellos. Por real ordenanza del 29 de marzo de 1814, Dinamarca se convirtió en una de las primeras naciones europeas modernas que aprobaron leyes para la protección de los judíos, y por un real decreto del 4 de agosto de 1835, se les dio libertad a los judíos para casarse con gentiles22.
 
Fue por esto que mientras en el año 1801 se podían contar 9 familias judías permanentes viviendo en St. Thomas, el censo de 1837 muestra el número de habitantes blancos discriminado como sigue: 250 daneses y alemanes; 250 ingleses, escoceses, irlandeses y estadounidenses; 350 franceses e italianos; 150 “créoles” (criollos de las colonias francesas); y 400 judíos23. Mientras que en 1850, en St. Croix se empadronaron 372 judíos24, en aquel mismo año los habitantes judíos de St. Thomas llegaron a 800, vale decir, más de la mitad de los habitantes de la isla25.
 
El número de judíos en St. Croix disminuyó rápidamente, Lo mismo sucedió en St. Thomas cuando la era de los barcos de vapor terminó con los buques de vela y la economía isleña declinó. Una epidemia de cólera y un desastroso huracán disminuyeron la población blanca de la isla. En 1890 se contaban 140 judíos. Cuando se planificó el canal interoceánico en Panamá, muchos judíos de St. Thomas emigraron hacia allá En 1917, cuando los Estados Unidos compraron a Dinamarca las Islas Vírgenes, sólo quedaban 40 judíos y su “jajam” (rabino) era el único clérigo acreditado de cualquier religión presente para bendecir la transferencia de las islas26.
 
La sinagoga erigida en 1796 fue completamente destruida por un incendio fatal en 1804 que consumió más de 1.400 edificios en St. Thomas. La mayor parte de las reliquias y libros de la comunidad, así como parte de sus registros, se perdieron. En 1812 un nuevo edificio reemplazó al perdido. Dos incendios adicionales, en 1823 y 1831, lo dañaron. La actual sinagoga, erigida en el mismo solar que la anterior, fue consagrada en 1833. 
 
Resulta interesante ver la lista de los contribuyentes para la reconstrucción de la sinagoga, publicada en el diario “Tidende” de St. Thomas el 3 de abril de 1833. Además de las contribuciones efectuadas por prominentes familias judías de St. Thomas: Monsanto, Cappe, Robles, Hoheb, Wolff y Rothschild, se recibieron donaciones del gobernador general Peter van Scholten, el administrador Rosemorn, el capitán del puerto, el juez principal y miembros del Consejo. Las contribuciones judías procedentes del exterior vinieron de Hamburgo, Curazao, Santo Domingo, Maracaibo y Jamaica27.
 
Vida judía en St. Thomas 
 
Los judíos de St. Thomas trataron lo mejor que pudieron de mantener una continuidad en su vida religiosa. Se esforzaron para que el exterior los percibiera como un cuerpo unificado con una sola sinagoga. El “minhag” (estilo y costumbre) sefaradí fue preservado, y esos judíos hicieron lo que estuvo a su alcance para actuar con estricta observancia de sus normas. 
 
El gobierno colonial danés reconocía a su población de acuerdo a los bloques religiosos. Las comunidades religiosas registraban los nacimientos, decesos y bodas, protocolizaban registros y los coordinaban con las autoridades coloniales. Cada habitante libre debía pertenecer a una comunidad religiosa; en consecuencia, cada judío tenía que ser miembro de la sinagoga de la isla. Los judíos podían tener plena ciudadanía, pero cada persona debía ser confirmada como integrante de su congregación. La práctica de la confirmación fue efectuada en la sinagoga de St. Thomas desde 1843 en adelante. St. Thomas fue el primer lugar en las Américas donde semejante documento fue empleado. Las ceremonias pertinentes se realizaban mayormente en ocasión de las festividades de Sucot, Pésaj o Janucá, cuando se confirmaba como miembros a un grupo de personas. 
 
El certificado publicado por David Philipson28 nos sirve de ejemplo: 
Certificado de Confirmación 
Yo, Benjamín Cohén Carrillón, ministro de la Congregación Israelita de esta Isla, certifico que en el Shabat Sheminí del año 5604, correspondiente al 13 de abril de 1844, he confirmado a 
Hannah de Sola 
Hija de Isaac Jaim de Sola 
y Tzipora de Sola, nacida Hoheb. 
Dicha persona es, en consecuencia, debidamente aceptada como miembro de la Sinagoga, y habilitada a todos los derechos y beneficios pertinentes. 
Firma del Confirmado 
Hannah de Sola 
(Sello) 
Dado por mi mano y sello, 
en la Isla de St. Thomas, 
el Domingo 25 de Nisán de 5604, 
14 de Abril de 1844. 
B. C. Carrillón. 
 
En lo que respecta a sus líderes espirituales, las mayores comunidades del Caribe los “importaban” de Europa. St. Thomas los contrataba en comunidades vecinas más populosas. Por ejemplo, Joshua Piza, cantor litúrgico, de Curazao. Samuel Eliahu Levy Maduro y David Cardozo hijo vinieron también de Curazao. A Moses Nathan Nathan lo trajeron de Jamaica y a Moisés (Mulito) Sasso, de Panamá, donde la mayoría de los judíos de St. Thomas se asentaron a finales del siglo XIX y comienzos del XX. 
 
En caso de controversia sobre la interpretación de la ley judaica, el Mahamad solía consultar a comunidades sefaradíes europeas. Típico es el caso del famoso pintor impresionista Camille (Jacob) Pizarro. En 1799, Anne Felicité Petit contrajo matrimonio con Joseph Pizarro, un judío de una familia hispano-portuguesa asentada en Burdeos. La familia Pizarro emigró a St. Thomas junto con el hermano de la Sra. Pizarro, Isaac Petit. En St. Thomas, Isaac Petit se casó con Esther Rachel Manzano Pomie29, hija de una familia sefaradí de la isla Dominica, entonces francesa. Luego de la muerte de su marido Isaac, Esther Manzano Pomie Petit se casó con el sobrino de su finado esposo, Abraham Gabriel Pizarro, hijo de Joseph Pizarro y Anne Félicité Petit. 
 
El Mahamad se rehusó a reconocer y sancionar la boda. El presidente de la Congregación de St. Thomas trató de lograr la aprobación de la misma apelando al Gran Rabino de Copenhague, la corte real danesa y los Gran Rabinos de París y Amsterdam, solicitándoles su apoyo. 
 
Camille (Jacob) Pizarro fue el hijo de esta pareja, nacido en 1830. Recién en 1833 – por dictamen de Amsterdam, que no vio relación alguna de sangre entre su padre y su madre – el casamiento fue declarado legal y vinculante. Camille se instaló en París a edad temprana, para convertirse luego en uno de los fundadores del impresionismo francés. 
 
En 1899 Esther Manzano Pomie murió en París a la edad de 94 años. En 1882 Camille cambió su apellido por el de Pissarro, para diferenciarse de Pizarro, el conquistador del Perú. Falleció en 1907.30
 
Cada judío en St. Thomas tenía que ser confirmado en la sinagoga, la cual siguió con la forma litúrgica tradicional sefaradí y la observancia ortodoxa. A mediados del siglo XIX vientos de reformismo comenzaron a soplar desde Europa. Un grupo de judíos estaban ansiosos de introducir numerosos cambios en la manera de rezar. El jajam (rabino) era desde 1840 Benjamín Cohén Carrillón, quien era un hombre bastante flexible y dispuesto a escuchar nuevas ideas, lo cual dio pie a una serie de discusiones entre los miembros de la congregación. De un lado se pusieron los que propugnaban por más y más reformas y del otro, aquellos que sostenían la estricta observan-cia ortodoxa. El jajam vacilaba entre ambas tendencias y trató de adherir a la costumbre sefaradí tradicional aunque aceptando algunos cambios exigidos por los reformistas, lo cual provocó serias tensiones en la comunidad cuando Abraham Cohén Carrillón solicitó apoyo al jajam de Jamaica, M. N. Nathan. El reverendo Nathan escribió, entre otras declaraciones suyas, que en St. Thomas “hubo muchas desviaciones del minhag (costumbre) establecido de los sefaradíes”.31 Comenzaron las discusiones sobre la enseñanza en la escuela judía. Como resultado de todo esto, el jajam Cohén Carrillón dejó St. Thomas en 1844 y fue contratado por la congregación de Spanish Town, Jamaica, y en esa isla fundó la sinagoga de Montego Bay. 
 
La partida del jajam Cohén Carrillón fue un ejemplo típico de choques entre congregaciones y su jajam en el área del Caribe. En una región donde los jajamim (plural de jajam) eran tan escasos, generalmente se los contrataba de inmediato en otra isla. Un caso muy similar fue el del rav (rabino) Joshua Piza, un cantor litúrgico y circuncidador, quien al marcharse de Curazao encontró de inmediato empleo en St. Thomas. 
 
El nuevo jajam nombrado en St. Thomas fue Moses Nathan Nathan, procedente de Jamaica. Nacido en Inglaterra en el seno de una familia de rabinos británica, eran bien conocidos su posición antirreformista y su carácter severo. Sus ideas fueron expresadas en un periódico judío de Jamaica intitulado “First Fruits of the West” (“Primeros frutos del Occidente”), del cual él era uno de los editores: 
Nosotros no negamos que muchas de nuestras costumbres están vestidas con un atavío que parece inadaptado a las ideas modernas, pero dichas costumbres no son rechazadas por esa causa. Se requiere apenas un poco de conocimiento y discernimiento para penetrar la envoltura artificial que disimula la verdadera naturaleza de algunas de esas (ideas).32
 
El Gobierno danés, para terminar con la disensión entre los judíos, nombró una comisión con el objetivo de editar un nuevo código de leyes para la congregación, encabezada por el reverendo Nathan. 
 
El 17 de febrero de 1848, el rey Frederick (Federico) VII firmó el nuevo Código de Leyes para la Congregación Israelita de St. Thomas33, lo cual mantuvo bajo control la disensión en el seno de la comunidad. 
 
En el parágrafo 1 de este Código de Leyes, se reconfirma que: 
La Congregación tendrá la misma denominación que hasta ahora: Bendición y Paz y Actos de Merced. Sus objetivos consisten en sustentar la única sinagoga permitida en la Isla y proveer a aquellos intereses comunes que están vinculados con la congregación y han sido hasta el presente confiados a su cuidado. Su manera de oficiar el Servicio Divino continuará siendo el de los Israelitas Españoles y Portugueses. Sus miembros serán todos los Israelitas que, ahora o en lo sucesivo, residan en la isla; y también aquellos no residentes que en adelante sean admitidos por sus Representantes y con su consentimiento. 
 
El Código de Leyes fue la base para una existencia unificada de la comunidad, la cual se prolongó por los 19 años siguientes. El grupo reformista seguía insatisfecho. Continuó un período de tensión, orientada especialmente contra el reverendo Nathan, quien estaba apoyado por la Junta de Representantes (nuevo nombre del Mahamad). Finalmente, el 14 de marzo de 1867, se envió una carta a las autoridades, firmada por miembros muy prominentes de la congregación34, quejándose de que los estatutos habían sido infringidos, además de que esos mismos estatutos eran arbitrarios y despóticos. Los firmantes solicitaron plenos derechos y libertad de opción a la forma más afín a sus opiniones, y asentaron su intención de fundar una nueva congregación35. La nueva congregación reformista adoptó la denominación de “Beit Elohim” (Casa de Dios) y, según la tradición reformista, llamó “templo” a su casa de oración. 
 
La congregación reformista tenía que superar los obstáculos de obtener el reconocimiento del gobierno y justificar la existencia de una segunda sinagoga. La justificación que presentaron fue que la nueva legislación danesa de colonias (del 1° de abril de 1865) otorgaba completa libertad de religión, lo que posibilitaba invalidar las leyes de 1848 que sólo permitían la existencia de una sola sinagoga en toda la isla. Hacia 1848 los reformistas contaban con 87 miembros y compraron su propio cementerio. En 1869 comenzaron a oficiar sus propios casamientos con la esperanza de que los mismos serían debidamente reconocidos. 
 
Beit Elohim existió hasta 1873, y entonces comenzó a declinar. En 1875 partió de la isla el Rev. Nathan, reemplazado por David Cardoso hijo. Se propuso entonces una solución de compromiso, la cual dio por resultado los estatutos de 1875. Según los mismos, el jajam ya no tendría control en los asuntos sinagogales: la comisión directiva controlaría los rituales y velaría porque el servicio litúrgico fuera realizado según “los usos establecidos de la congregación”36.
 
La reconciliación no ayudó al hado de la comunidad. El historiador de losjudío8 de St. Thomas, Isidor Paiewonsky, describe así el año 1867: 
1867 – Este año fue calamitoso para St. Thomas y su congregación judía. El día 29 de octubre un terrible huracán pasó por la isla, de una magnitud y destructividad que superaron todo lo conocido y recordado en su historia. El desastre y sus consecuencias causaron que los judíos de St. Thomas observaran con interés y esperanza las negociaciones conducidas entre los Estados Unidos y Dinamarca para la adquisición de St. Thomas. Las negociaciones fracasaron por el estrago y la desgracia generados por los desastres, el huracán y la ola marina provocada por éste que barrió sus costas37.
 
Esta calamidad fue deplorada por todas las comunidades judás caribeñas. El jajam de Curazao, Aharón Mendes Chumaceiro, proclamó un día de ayuno y oración por la destrucción de St. Thomas y su comunidad. 
 
El muy capaz jajam David Cardoso arribó a St. Thomas en 1864 para ser asistente del jajam Nathan. En 1875 se convirtió en el líder de la congregación, a la cual sirvió con distinción hasta su deceso en 1914 a la edad de 90 años, presenciando la declinación de la misma. Los judíos eran prominentes como agentes de transbordo, activos en el puerto libre y en el puerto de carena. Como se ha dicho más arriba, la introducción de la navegación de vapor, los desastres naturales y epidemias, y la apertura del Canal de Panamá, estimularon a los judíos a marcharse de la isla. El grupo mayor se fue a Panamá. El censo de 1890 anotó 141 en St. Thomas. El joven Moisés “Mulito” Sasso, convocado por David Cardoso desde Panamá en 1914 para remplazarlo, dejó escrito que: 

Cuando yo arribé a St. Thomas en marzo de 1914, vivían allá apenas ocho o diez familias, muy religiosas. Había una buena asistencia el sábado y siempre tenían un minián (quórum de diez varones). La luz del judaísmo no se extinguirá nunca en tanto que de un solo judío leal y creyente38.
 
Luego que Estados Unidos adquirió las islas (1917), familias estadounidenses comenzaron a asentarse en St. Thomas. En 1942 la cantidad de judíos era de 50,39 en 1959 había llegado a 125 y siguió aumentando. Hoy en día se calculan en 500 almas. En 1961 el jajam Sasso se jubiló y junto con él, la era de los judíos hispano-portugueses, ahora reemplazada por un sistema adscripto al reformismo. En 1974, en la ceremonia de reconsagración de la sinagoga, el entonces presidente de la misma, Leslie A. Cooper, declaró en su mensaje que: 

El carácter y la composición de esta congregación ha cambiado con el paso de ciento cincuenta años. Ya no hay en nuestra congregación apellidos como Piza, Levy, Maduro, Mendes ni Monsanto, salvo los que quedan grabados en las lápidas de los cementerios restaurados. Lo que ellos hicieron es parte de nuestro legado. E incluso hoy, vinculando aquel pasado, apellidos actuales tales como De Castro, Sasso y Robles, permanecen junto a los Levin, Paiewonsky, Kessler y Steiner, como símbolo de la continuidad de nuestra congregación40.
 
Tales palabras fueron agradables, pero sin embargo esa misma comunidad, sin sentimientos para con el pasado, decidió en 1980 vender el terreno del histórico cementerio Savan. 
 
La finada doña Enid Baa, famosa caribenista, historiadora y directora del Archivo de St. Thomas, quien dedicó años de su vida a investigar la existencia judía en la isla con ayuda de la familia De Sola, de El Salvador, y de la familia Monsanto, de los Estados Unidos – ambas familias originarias de St. Thomas- escribió que: 
El cementerio Savan es más antiguo que el de Newport, en Rhode Island, Estados Unidos (cuya piedra fundamental fue colocada en 1759 y la sinagoga y el cementerio, consagrados en 1763, hoy en día constituyen un Santuario Histórico Nacional). En St. Thomas, en cambio, la congregación hebrea ahora propone remover las lápidas, rellenar el terreno y venderlo, de modo tal que no solamente puedan liberarse del problema de su mantenimiento sino que se habrán embolsado además una módica ganancia41.
 
Yo me acuerdo cuando ella me llamó en St. Thomas, en 1981, para visitar juntos el cementerio Savan a fin de ayudarla a copiar epitafios en hebreo. Enid Baa era en ese entonces una mujer anciana y enferma, y cuando trabajábamos juntos bajo el sol, se me quejó de que “esto debe hacerse, para salvar la historia judía de (las intenciones de) los propios judíos”. 
 
Afortunadamente, el bibliotecario de la comunidad judía de Copenhague publicó en 1957 “299 epitafios del cementerio judío de St. Thomas – Indias Occidentales 1837-1916”. Falta la parte en hebreo y proceden solamente del cementerio de Altona; pero al menos hay una lista, si la comuni-dad decide vender también este cementerio. 
 
Durante el bienio 1995-1996 se planificaron una serie de actividades para conmemorar el bicentenario de la comunidad judía de St. Thomas, y entonces otro desastroso huracán arrasó la isla una vez más. 
 
Relaciones con esclavos, la población local y las autoridades 
 
En las Islas Vírgenes los judíos estuvieron excluidos del tráfico de esclavos, el cual estuvo exclusivamente en manos de la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales y las posiciones danesas en la costa de Guinea, o en manos de los brandemburgueses que traficaban con sus avanzadas en la costa africana. Examinando la actividad de las grandes casas de comercio judías que existían alrededor del puerto de Charlotte Amalie, en St. Thomas – J.Cappe y Cía.; D. Mendes Monsanto y Cía.; Rothschild, Robles y Cía.; De Pina e Hijos; Joseph D. Levy de Burdeos – se constata que los esclavos no estaban incluidos en sus abundantes intercambios mercantiles. 
 
Los judíos poseían esclavos para sus casas hasta la completa emancipación de los mismos en 1846. Sin embargo, una ley aprobada por Dinamarca en 1792, abolió todo tráfico trasatlántico de esclavos desde el año 180242.
 
En cuanto a las relaciones de los judíos con la población negra, un relato escrito por uno de los prominentes líderes de color de St. Thomas, el Prof. Edward Blyden – quien activó por los movimientos de liberación de Ghana, Nigeria y Sierra Leona, y trabajó a favor de ellos – dice que: 

Yo nací en medio de judíos, en la isla danesa de St. Thomas. Durante años los vecinos más cercanos de mis padres, eran judíos. Yo jugué con chicos judíos y esperaba tan ansiosamente como ellos los festivales anuales y fastos de su iglesia. Siempre concurría yo a la sinagoga en el solemne Día del Arrepentimiento, aunque no ingresaba a su interior. La sinagoga estaba al pie de una colina y desde una terraza ubicada en la misma nosotros, los niños cristianos, podíamos observar aquella misteriosa asamblea, lo que hacíamos en absoluto silencio, con temor y reverencia. 
 
En el vecindario donde yo me crie, vivían familias judías, como los Benjamín, Azevedo, Da Costa, Benliz, Wolf y otros.
 
…Fui a los Estados Unidos para completar mis estudios aunque, debido a los fuertes prejuicios de aquellos días, se rechazó mi admisión en los establecimientos a los que fue presentada mi solicitud. Impedido de seguir una carrera en ese país, me fui a Liberia… Tras pasar doce años en África, retorné a St. Thomas y recuerdo cuán cordialmente fui recibido por mis conocidos judíos. Los vecinos judíos que vivían enfrente me enviaron té y tentempiés para darme una bienvenida práctica y sumamente grata43.
 
El libro de Blyden dejó su impronta en los líderes africanos que fueron sus discípulos. En 1963 el Alto Comisionado de Nigeria, Nmadi Azikiwe, le dio el libro a la líder israelí Sra. Golda Meir, como símbolo de amistad entre los africanos negros y los judíos. Golda Meir me entregó el libro a mí – Mordechai Arbell – cuando comencé mi investigación sobre los judíos en las Indias Occidentales. 
 
Como ejemplo de esa atmósfera relativamente idílica entre razas y religiones en St. Thomas a mediados del siglo XIX (en lo que concierne a las Indias Occidentales) me enteré que el viaje de Camille Pisarro a París para estudiar pintura, fue subsidiado en parte por la Iglesia Morava de la isla, con el propósito de ayudar a ese muchacho judío que no sentía vocación por los negocios de su padre, a fin de que desarrollara su talento por el arte44.
 
Al igual que en otros lugares de las Indias Occidentales, el problema de cómo los judíos debían prestar juramento en los tribunales de justicia, fue resuelto en las Islas Vírgenes danesas en el año 1872 por el gobernador a cargo, Frants Ernest Bille, caballero de Dannenberg, basándose en la Ley Colonial del 22 de noviembre de 1863. 
 
Yo he sancionado provisoriamente las siguientes ordenanzas adoptadas por el Consejo Colonial de St. Croix, St. Thomas y St. John, para que, según la ley del 19 (de abril de 1864) que regula la manera en que los creyentes de la Fe Mosaica prestarán juramente en el tribunal o ante un magistrado, sea extendida para ser válida en las islas danesas de las Indias Occidenta-les, como sigue a continuación: 
Art. I – Cuando creyentes en la Fe Mosaica deban prestar juramento ante el tribunal o delante de un magistrado, el juez o el magistrado, previo a tomarles el Juramento, advertirán a la parte que esté por jurar, lo sagrado e importante de tal acto, leyéndoles el mensaje admonitorio anexado a esta Ordenanza, tras lo cual la parte jurará elevando su mano derecha y confirmará su declaración con las siguientes palabras: “Esto yo lo juro y ayúdeme Dios”. Es opcional para la parte concerniente permanecer con su cabeza cubierta o descubierta durante la administración del juramento. 
Art. II – Los creyentes en la Fe Mosaica, cuando se rehúsan a ello, no están obligados a prestar juramento en los Sábados o cualquiera de sus Festividades, excepto cuando es urgentemente necesario. 
 
F. Bille 
13 de enero de 187245.
 
La administración de los Estados Unidos sobre las islas, designó dos gobernadores judíos. En 1950 Morris Fidanque de Castro fue investido gobernador. Aunque nacido en Panamá en 1902, era hijo de judíos de St. Thomas afincados en el citado país. En 1961 el presidente Kennedy designó a Ralph Paiewonsky como gobernador, y éste sirvió hasta 1969. Ambos hombres, durante su desempeño como gobernadores, fueron al mismo tiempo miembros activos de la congregación judía. 
 
Relaciones con otras comunidades judías 
 
Como otras congregaciones hispano-portuguesas en el Caribe, los judíos de St. Thomas mantuvieron estrechas relaciones con sus congregaciones hermanas alrededor del mundo. Los judíos de las Islas Vírgenes estuvieron muy vinculados a los de Amsterdam, Copenhague y Londres, y los consultaban sobre tópicos comunitarios y religiosos. También tenían contactos con los de los Estados Unidos y Francia – Bayona y Burdeos – con los que tenían vínculos familiares, y con las islas vecinas del Caribe, especialmente Jamaica y Curazao. A fines del siglo XIX, cuando la emigración se dirigió a Panamá, las relaciones entre estas dos comunidades se hicieron especialmente cercanas, hasta la actualidad misma. Algunas de las familias de St. Thomas se asentaron en Costa Rica, pero después en su mayoría 6e trasladaron también a Panamá. 
 
Resulta interesante tomar nota del llamado que los judíos de Filadelfia hicieron a los de St. Croix y St. Thomas en 1782, solicitándoles ayuda económica para la construcción de su sinagoga. Esta carta fue impulsada por causa de que: 
Un pequeño número de nuestros hermanos quienes durante la calamitosa guerra (la Revolución de los EE.UU.) huyeron aquí desde diferentes partes para hallar refugio, en conjunción con los que habitan esta ciudad decidieron erigir un lugar de oración de modo que podamos reunimos para ofrecer nuestras preces al Sagrado Dios de Israel, en sustitución de una habitación que se utilizaba con tal propósito, la cual estuvimos obligados a reintegrar a su propietario. Nuestra capacidad para completar el edificio propio no se corresponde con nuestros anhelos debido a muchos quebrantos recientes, de modo que nos vemos ante la necesidad de solicitar ayuda de parte de nuestros hermanos ausentes, por lo que les dirigimos nuestra mirada a ustedes y al resto de los hermanos que están con vosotros, no dudando que contribuirán prontamente a una iniciativa tan laudatoria…46
 

No queda claro si esta apelación resultó o no en una contribución.

También es notable la resolución adoptada por la congregación de St. Thomas a causa de la “calumnia de sangre” de Damasco en 1840: 


Esta asamblea contempla con sentimientos de disgusto y aborrecimiento la horrible infamia que se intenta achacar a todo el conjunto de los Israelitas como consecuencia de los recientes asesinatos que se han cometido en Damasco, atribuyéndoles el atroz crimen de practicar perversión en víctimas humanas con el propósito de utilizar su sangre en sus ritos religiosos, una imputación tan repugnante a la naturaleza humana, incluso en estado de barbarie, como despojada de toda verdad; por lo cual es, en consecuencia, deber de todos los Israelitas, no solamente repudiarla sino despreciarla con los términos más enérgicos47.

La resolución fue remitida a Adolphe Crémieux, quien encabezaba la actividad internacional para enfrentar aquella “calumnia de sangre”. 

 
Los cercanos vínculos con los Estados Unidos, dieron como resultado que judíos de St. Thomas alcanzaran prominentes posiciones en aquel país. Mencionaremos tres de relevancia histórica: 
David Levi Yulee, nacido en St. Thomas en 1810, hijo de Moses Elia Levi, nacido a su vez en Mogador, Marruecos, nieto de un judío portugués prominente en la corte marroquí que había recibido el título de príncipe aunque estuvo obligado a dejar Marruecos por causa de conflictos internos. David Levi Yulee fue uno de los primeros que hicieron campaña por la admisión de Florida en los Estados, de la que fue su primer senador en el año 1841, lo que le otorgó adicionalmente la distinción de ser el primer judío elegido miembro del Senado estadounidense48.
 
Judah P. Benjamín, nacido en St. Croix en 1811, de una familia que vino a dicha isla tras la destrucción de la comunidad judía en St. Eustatius. Sirvió como secretario de Estado y de Guerra, y como procurador general de la Confederación bajo la presidencia de Jefferson Davis. Luego de la Guerra Civil vivió en Europa, donde escribió sus famosos tratados de Derecho, traducidos a muchos idiomas. Mantuvo un cercano contacto con St. Croix49.
 
Jacob Mendes da Costa, famoso médico y escritor estadounidense, nació en St. Thomas en 1833. Sus libros sobre diagnóstico médico recibieron fama mundial y fueron traducidos y estudiados en facultades de Medicina de todo el mundo50.
 
De la comunidad original hispano-portuguesa de St. Thomas, muy pocos quedan en la isla. Pero dicha comunidad, sin embargo, está muy viva y activa en Panamá. Los miembros de la congregación hispano-portuguesa panameña, “Kol Shearith Israel”, que en su mayoría son originarios de St. Thomas, son sumamenate dinámicos en su contacto y apoyo de su congregación original: la “Beraka ve Shalom ve Gemilut Hasadim” en la ciudad de Charlotte Amalie, isla de Saint Thomas, Islas Vírgenes. 
 

1 Waldemar Westergaard, The Dutch West Indies under Company Rule 1671- 1754, New York, 1917, pág. 341. 
2 James Frederick Krarup, “Gabriel Milan og Somne of hans Samtid” en Personalhistorisk Tidsskift Samfoundet for Dansk-Norsk Genealogiog Personalhistorie, H. W. Harbour (ed.), Copenhague, 1894, vol. 3, págs. 3-10, y “Summary of Paper by Krarup”, en Lee M. Friedman, Gabriel Milan the Jewish Governor.
3 Lee Friedman, pág. 217. (Los comentarios entre paréntesis son de Mordechai Arbell). 
4 Westergaard, pág. 58. 
5 Krarup, pág. 14. 
6 Westergaard, pág. 72. 7 ídem, pág. 76.
8 ídem, pág. 76, y Jens Larsen, Virgin Islands Story, Filadelfia, 1950, pág. 157. Enid Baa, “The Savan Cemetery – 1750-1836”. St. Thomas, 1978, pág. 1 (manuscrito. American Jewish Archives SC-13494). 
9 Stanley Relkin y Monty Abrams, A Short History of the Hebrew Congregation of St. Thomas, St. Thomas 1983, págs. 5-6. 10 Jean-Baptiste Labat, Voyages aux Isles de l’Amérique 1693-1705. Paris, 1724, vol. I, págs. 157-159. 
11 Relkin y Abrams, pág. 6. 
12 ídem, pág. 6. 
13 St. Thomas Burials, 1793-1802. Manuscrito que me fue entregado por Jacob Robles de St. Thomas y Panama. 
14 Margolinsky, “299 Epitaphs from the Jewish Cemetery in St. Thomas W.I., 1837-1916”. Copenhague 1957.
15 Zvi Loker, Jews in the Caribbean, Jerusalem, 1991, págs. 308-309. 
16 C. G. A. Oldendorp. Geschichte der Mission der evangelische Brueder, Leipzig 1777, pág. 233. 
17 Loker, pág. 309. 
18 Mikve Israel Archives, Statement of 15 April 1765, citado en Isaac Emanuel, History of the Jews in Netherlands Antilles, Cincinnati, 1970, pág. 167. 
19 Loker, pág. 308. 
20 Judah Cohen, “St. Thomas Synagogue Protocols of 1796 and 1802”, hallado en St. Thomast Pante – Protocol 1793-1866, National Archives, College Park, Maryland, Document Group 55, Box 1999-2003, manuscrito.
21 ídem. 
22 Jens Larsen, Virgin Islands Story, Filadelfia, 1950, pág. 152. 
23 ídem, pág. 154. 
24 ídem, pág. 196. 
25 Bernard Postal and Malcolm Stern, A Jewish Tburist Guide to the Caribbean. 1971, EE.UU., pág. 48. 
26 ídem, pág. 48.
27 La colección Tidende en la Biblioteca Pública Eunid Baa, Charlotte Amalie, St. Thomas. 
28 David Philipson, “An Early Confirmation Certificate from the Island of St. Thomas, Danish West Indies” en PAJHS, vol. 23, 1915, págs. 180-181. 
29 “Pomme” en francés significa “manzana”; “pommier”, manzano (árbol de manzanas).
30 Isidor Paiewonsky en History Córner del Daily News de St. Thomas, 3 de febrero de 1976, pág. 6; 10 de febrero de 1975, pág. 6; 23 de mayo de 1977, pág. 12; y 6 de junio de 1977, pág. 15. 
31 Judah Cohen, “Jews in the Nineteenth Century St. Thomas”, manuscrito, 10 de abril de 1996, citando The Voice of Jacob, Londres, vol.3, N579 del 2 de agosto de 1844, pág. 199. 
32 First Fruits of the West, vol, 1, N°2 (marzo de 1844), citado en Cohen, “Jews in 19th Century St. Thomas”, pág. 29. 
33 “Code of Laws for the Government of the Israelite Congregation in the Island of St. Thomas”, redactado por una comisión designada por Real Ordenanza y compuesta por el abogado real Birch; M. N. Nathan, ministro de la Congregación; Aaron Wolf, S. Rotshold; E. C. M. da Costa; I. H. Osorio. Sancionado por Su Graciosa Majestad, Federico VII. Filadelfia, 1848, págs. 1 a 24.
34 M. de Sola, M. R. Alvares Correa, M. C. d’Azevedo, E. C. Osorio. J. H. Lindo, J. Lopes-Penha. 
35 American Jewish Archives, microfilm rollo N°380. 
36 “Code of Laws for the Government of the Hebrew Congregation Blessing and Peace and Acts of Piety in the island of St. Thomas”, New York, 1875. 
37 Isidor Paiewonsky en A Short History of the Hebrew Congregation of St. Thomas, publicada por Stanley T. Relkin, St. Thomas, 1983, pág. 27.
38 Moses Sasso, discurso pronunciado en la ceremonia de reconsagración, 8 de setiembre de 1974. 
39 Paiewonsky, pág. 29. 
40 Folleto de la reconsagración, St. Thomas, 8 de setiembre de 1974. 
41 Enid Baa, “About the Savan Cemetery”, manuscrito, 10 de setiembre de 1978, American Jewish Archives, SC-13494.
42 Ver Neville A. T. Hall, Slave Society in the West Indies. Jamaica 1992 (University of West Indies Press), y David Briion Davis, “The Slave Trade and the Jews”, en “New York Review of Books”, vol. XLI, N°21 (22 de diciembre de 1995), págs. 14 a 16. 
43 Edward W. Blyden, The Jewish Question. Liverpool, 1898, págs. 5 y 6. 
44 Investigación personal efectuada en St. Thomas en base a declaraciones orales.
45 American Jewish Archives – SC-12922. 
46 Isidor Paiewonsky, Jewish Historical Development in the Virgin Islands 1665- 1959, Charlotte Amalie 1959, págs. 10 y 11. 47 The St. Thomas Tidende, 24 de junio de 1840.
48 Leon Huhner, “David Levi Yulee”, en PAJHS. N°25, 1917, págs. 1 a 3.Ibidem. 
49 Paiewonsky, Jewish Historical, pág. 16. 
50 Ibidem