Coloquio

Edición Nº49 - Julio 2019

Ed. Nº49: El terrorismo y el gobierno

Por Shirin Ebadi
Traducción original del farsi por Ryma Sheermohammadi
Artículo publicado originalmente en el libro «Justicia Perseguirás» del Congreso Judío Latinoamericano.

Asesinar es la lógica de las personas sin lógica. Cuando una persona o un grupo no dispone de una prueba o argumento aceptable para probar la valía de su punto de vista y de manera insistente trata de imponer y obligar a los otros a aceptar su visión de las cosas, pueden recurrir a la violencia y a matar.  Asesinar a veces es llevado a cabo de manera individual y nace de un instante de ira y a veces de manera intencionada y organizada.

Como primer ejemplo podemos remontarnos al crimen que tuvo lugar el año 2011 en Noruega. Un joven llamado Anders Breivik tiroteó a un grupo de jóvenes que se encontraban en un campamento de verano y causó la muerte de 77 personas. El acusado fue juzgado y condenado a muchos años de cárcel. Su motivación fue personal y basado en un sentimiento de islamofobia y de alienación. Otro ejemplo, lo encontramos en los ataques y matanzas en escuelas y universidades de EEUU. Una persona iracunda o que sufre una enfermedad psicológica (o con ira) usa las armas, que además, por desgracia, están disponibles para el uso de cualquier persona y atenta contra a los demás. Cada año vemos ejemplos de este tipo de acontecimientos y cada año leemos sobre estos atentados en la prensa.


Otro tipo de asesinatos, es una violencia organizada e intencionada por parte de diversos grupos o gobiernos. Como ejemplo podemos citar los atentados que hemos atestiguado tantas veces en Oriente Medio por parte de grupos como los Talibanes o el Daesh. Son crímenes planificados y siguiendo el encargo de una institución, es decir, un grupo terrorista da orden a una persona o a un grupo de personas para llevar a cabo estos ataques para que puedan así llegar a sus objetivos.


Hay veces que el asesinato por encargo es llevado a cabo por parte de un estado; ejemplo de ello es el asesinato del hermanastro del líder norcoreano Kim Jung- nam que tuvo lugar en febrero de 2017 en el aeropuerto de Malasia. Las investigaciones sobre este crimen han probado que el gobierno norcoreano y en especial sus servicios secretos están detrás de este asesinato.


El envenenamiento de Sergei Skripal y su hija en el Reino Unido en el año 2018, es otro ejemplo de terrorismo de estado. Sergei fue gravemente envenenado con un tipo de gas muy peligroso que ataca el sistema nervioso del organismo. Pudo ser atendido a tiempo y salvarse. Se trata de un ex – oficial de inteligencia militar rusa que trabajó durante un tiempo para el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. En 2006 fue condenado a trece años de cárcel por espionaje para otros gobiernos y posteriormente fue puesto en libertad como parte del intercambio de oficiales rusos que habían tenido problemas con la justicia norteamericana y pudo salir de Rusia y pedir asilo al Reino Unido donde fue su lugar de residencia desde entonces. Cabe destacar que anteriormente a este suceso que sufrió Skripal, uno de los opositores de Putín, Aleksander Litvinenko fue asesinado por este mismo gas al oeste del Reino Unido. Todas las investigaciones llevadas acabo por la policía británica apuntan al gobierno ruso como responsable.


No son pocos los gobiernos que recurren al terrorismo y el asesinato como medio para eliminar a sus críticos y opositores. Tenemos muchos ejemplos en el mundo y, desgraciadamente, el gobierno de la República Islámica de Irán encabeza la lista de estos gobiernos. Ha habido muchos casos en los que el gobierno iraní ha actuado de manera violenta y persecutoria y ha asesinado extrajudicialmente a personas tanto dentro como fuera de Irán.


Cabe destacar que en Irán, los tribunales no son independientes y por tanto no se puede implementar la justicia. Tenemos el ejemplo de uno de los casos conocidos como “Los asesinatos en cadena”. Para este caso, acepté la defensa de Dáryush y Parvane Furuhár. Este matrimonio que eran miembros del partido Partido de la Nación , opositores al gobierno, que en 1989 fueron asesinados en su casa a mano de los oficiales de los servicios secretos y siguiendo los órdenes del Ministro de Inteligencia iraní de aquella época. Se celebró un tribunal formal pero su resultado no calmó la conciencia de la sociedad y al igual que este caso, cientos de casos más quedan abiertos en la conciencia de muchos iraníes hasta el día que los iraníes puedan ver que se ha hecho justicia.


El régimen iraní, desde su establecimiento, ha cometido muchos actos terroristas fuera de Irán. Cabe destacar que normalmente para este tipo de operaciones, se aprovechan de mercenarios no-iraníes para no dejar prueba alguna de la intervención del gobierno. Sin embargo, en muchos casos, y habiendo llevado a cabo investigaciones precisas, se ha mostrado con claridad la existencia de esta intervención y el hecho de que ha habido una orden directa de parte del gobierno. Cabe mencionar aquí el asesinato de unos dirigentes kurdos en el restaurante Mykonos de Berlin en el año 1991. Las autoridades alemanas detuvieron a varias personas y tras unos años de investigación, la comparecencia de testigos y la revisión de otros aspectos relevantes para dilucidar la verdad, la justicia alemana concluyó que este asesinato que se llevó acabo por varias personas, fue un encargo directo por parte de los altos cargos de las autoridades iraníes . El tribunal alemán lanzó un mandato de detención del ministro iraní de Inteligencia de la época, Alí Fallahian, y asimismo se informó a la Interpol. Sin embargo, según las leyes alemanas, el Fiscal General del Estado en aras de la defensa de los intereses nacionales del país, mandó parar la orden contra el Presidente de la República de la época, el señor Hashemi Rafsandjaní, y el líder supremo, el señor Alí Khámenei. Para ser más precisos, sin esta intervención, lo más probable es que se hubiera dictado una orden de detención contra las máximas autoridades del país. En este caso, uno de los detenidos y una de las personas que disparó contra los asesinados, el señor Kazem Darabi, después de cumplir la condena de veinte años de cárcel,  fue recibido con honores por parte de las autoridades de la República Islámica de Irán a su llegada a Irán, quienes le absolvieron, y hasta la fecha forma parte de los altos cargos de  seguridad e inteligencia del  gobierno. 


Otro suceso que figura entre los casos judiciales que apuntan al gobierno iraní como responsable tiene que ver con el crimen que tuvo lugar en el Centro Cultural Judio en Argentína (AMIA). Las investigaciones sobre este caso llevan ya años y no se ha llegado a ninguna conclusión hasta la fecha. Durante este proceso, se han cambiado varias veces a los jueces, y un fiscal murió de manera sospechosa y la ex-presidenta del país forma parte de los acusados de haber colaborado con el gobierno iraní. Quedan preguntas como:  se llegará a acusar al gobierno iraní?. Existe alguna relación entre la muerte sospechosa del fiscal del caso y el caso en sí?. Ha habido algún acuerdo o pacto de silencio entre los gobiernos de Argentina e Irán?.  No se puede responder con certeza a estas preguntas. Solo después de que hayan concluido las investigaciones judiciales ateniéndose a todos los principios que recoge el derecho internacional para tener “un proceso judicial justo”, (entonces) se podrán responder (con acierto) a estas preguntas. Hasta entonces, habrá que esperar.