Coloquio

Edición Nº10 - Agosto 2011

Ed. Nº10: La certeza de la incertidumbre judía

Por Víctor Cherem

Comentario

…Desde sus tiempos mas sombríos el hombre ha estado intrigado en conocer la composición de la luz hasta que, con las definiciones de investigadores científicos de la Física Tradicional cual Newton: «la luz es la emisión de corpúsculos provenientes de cuerpos luminosos», y cual Huygers: «la luz es un movimiento ondulatorio causado por la vibración de partículas», se da inicio a una larga polémica que en la Física Moderna concilia Einstein ofreciendo una visión indivisible de corpúsculos y ondas con su enunciado: «la luz formada por fotones por tener masa va acompañada de energía».

…Así mismo, por explicar Planck los niveles, posibles, de energía estudiando los cuerpos negros que absorben toda la radiación aplicada, puede encontrar Bohr que las órbitas en que los electrones giran alrededor del núcleo, como los planetas en torno al sol, constituyen capas de energía cuyas emisiones suceden al saltar de una a otra. Entonces, al descartar la creencia anterior de que el electrón es una simple carga puntual y verificar que va escoltada por ondas que le dan su dirección, surge el enigma de determinar la naturaleza de la onda asociada al electrón, situación esta que esclarece Heisemberg mediante el Principio de Incertidumbre, aproximación probabilística del error en que nunca se hallará exactitud, porque por llevar la partícula: el electrón, dos magnitudes asociadas a ella: la posición y el momentum (masa x velocidad), mientras mejor se mide una mas imprecisión se obtiene en la otra.

Sinopsis

…Existen razones, que pese a aparentar no ser lógicas, explican la naturaleza de las cosas, hasta un punto tal que paradójicamente señalan lo consistente que es el indeterminado rumbo de las mismas; tema que se adelanta con esta Sinopsis.

…En ciertos casos en que esto acontece en la sociedad, abarcando al simple individuo o a la heterogénea población, pudiera guardar relación, ni muy ceñida ni muy distante, pero sí de cierta consideración con las Leyes Físicas, por lo que para refrescar su conocimiento, fue pertinente mencionarlas al principio, en el Comentario.

…Esta acotación sobre las Ciencias Exactas como intento de iniciación al estudio de las Ciencias Sociales, permite inferir que las posiciones contrapuestas que por lo general existen en las sociedades, aunque a veces, hacen que una quede tan fuera de realidad que salga de circulación y deje predominar la otra rompiendo para bien o para mal el orden establecido, en otras ocasiones, hacen brotar del antagonismo la creatividad que retro-alimenta las posiciones determinando un modelo de convivencia que además normaliza sus respectivas presencias, como se plantea al final, en la Conclusión.

…Mas consistiendo antes que nada, compromiso ineludible a todo ser consciente poder determinar y de allí, en consecuencia, lograr conservar su identidad, esa tarea se le manifiesta conflictiva al judío al no poder sustentarla con persistencia, porque la partícula: su Judaísmo, tiene dos magnitudes de expresión: su continuidad y su desaparición, que por manifestarse simultáneamente y al ejercerse mutua influencia hacen imprevisible precisar su resultado. De allí lo ambiguo que resulta al sabra, querer mantener vigente la percepción de posesión de tierra que lo califica y paralelamente no poder desprenderse del atávico intento de asimilación que lo tienta. Así como la confusión que ocasiona al diaspórico, la inestable condición de sentirse suspendido entre la influencia espiritual que ejerce Israel y la fuerza de la costumbre que impone el Galut; situaciones que se contemplan en el Desarrollo.

Desarrollo

…Si bien la dicotomía para expresar la identidad siempre se da, desde que se reciben las Tablas de la Ley: al oponer el idólatra su banal culto al becerro de oro frente a la oferta de Moisés a cumplir la severa Ley de Dios, esa disyuntiva se presenta una y otra vez, se tenga ya la Tierra Prometida: con la separación de los Reinos de Judea e Israel; o no se cuente con tierra: se trate de los argumentos de las escuelas talmudistas de Babilonia o de Jerusalem; hasta abandonar sin tregua al descarriado en el camino, reteniendo únicamente al comprometido con Dios: el religioso que enarbola la bandera del Judaísmo mientras judío errante exista.
…La fascinación que el arribo del Iluminismo provoca en el sempiterno integracionista judío, diluye los lazos con su pueblo hasta llevarlo a la asimilación con el medio gentil, empero, afortunadamente, por el lado del observante coincide con la consolidación de la fulgurante cultura hebrea yidishista de Europa Central, de ese askenazita que tras siglos de opaca trayectoria, torna a despertar irrumpiendo con signo propio para gestar magistrales concepciones, sólo truncadas por el implacable exterminio al que lo condujera el Holocausto. Al revés, no por casualidad sino por andar insertada a la afín cultura islámica, que desde esa época revierte de fecunda a inerte expresión, estrepitosamente declina la prolífica obra del sefaradita aquel que con garbo rubricara, con el ladino, la renombrada civilización judía del Norte de Africa y de España, y de cuya ascendencia por doquier esparciera muestras ese ignoto marrano a quien la Inquisición perversamente califica y cruentamente maltrata, y porque peor que a un nonato no le permite nacer, obligándolo a vagar cual espectro, fantasma del hidalgo semita
…Pese a que el choque sostenido en las postrimerías del siglo XIX, entre quienes aspiraban un País como faro espiritual y quienes demandaban una Nación como imán territorial, parecía ser apenas cuestión del cariz ideológico o pragmático planteado, esa desavenencia reaparece, tras declarado el Estado Judío, marcado con matiz cuan idílico cual mundano. Así pasa en Israel donde, ante la presencia del religioso moderado que respetuoso profesa su fe, surge con su exógeno fundamentalismo el ultra-ortodoxo que presuntuoso adopta el aura único de la Patria Celestial porque para optar al Hogar Físico tendría que esperar la llegada del Mesías; así mismo están enfrentados el secular ecléctico que con humildad conjuga su parroquial nacionalismo, y el laico intransigente que con furia arremete contra todo misticismo. Otro tanto acontece en el galut, cuando el intelectual no asigna trascendencia al aporte del pensamiento y de la acción israelí, porque lo limita a lo que simplemente considera protector efecto de la etérea tenencia del Estado en la psiquis judía diaspórica; opinión que no comparten, ni el sionista práctico que pretende asumir su soberana práxis a través de una Aliá engendrada por convicción ideológica, ni el tradicionalista leal que cree presagiar continuidad con los pocos, escasos…sectores que incólume portan el legendario fervor.
…El factor económico lamentablemente agudiza el conflicto, pues en Israel, al satisfacerse en realzar la alta función del núcleo tecnocrático con rostro occidental y por ende subestimar el bajo papel de la insurgente masa laboral de perfil oriental, se soslaya buscar el valor de la identidad y el sentido de su ejercicio en el ámbito judío mas autóctono a encontrar, haciendo imperativo especular la escalofriante posibilidad de que luego de milenios se vuelva a padecer la lucha fratricida al rivalizar, ahora, feligreses y no-practicantes que están sueltos, expuestos, al garete…y por cuanto en la Diáspora, la errada decisión de no aceptar invertir en una educación pluralista que promueva el buen entendimiento y el crucial acercamiento comunitario, sino preferir imponer una definida orientación, usualmente religiosa aunque algunas raras veces también laica, condiciona la situación a posiciones sectarias que desembocan en pronunciamientos irreconciliables; además se siente que inexorablemente se labra una extrema separación de clases sellada con un mismo derrotero asimilacionista, porque el acaudalado, en su desafuero por escalar una vacua vida gentil se dispersa sin proyección significativa y el desprovisto de fortuna, aquejado por elemental necesidad de subsistencia se pliega ante el ajeno goy en forma irrelevante; quedando entre sí una ancha banda, por cierto cada vez mas disminuida, que requiere dosificar esfuerzos para guardar equilibrio entre la indispensable retención de sus propios valores y su proactiva participación en el medio nacional.
…La confrontación política entre liberales y conservadores que impera en Israel desde que el laborismo cesó de ser mayoritario, deja su secuela sobre la definición del Judaísmo, y abre brecha adicional en la unidad del pueblo judío. Así en Israel, la inusual situación resultante de un Código Civil amparado en las Leyes Halájicas, que por lo estricto de su formulación solo considera judío al nacido de madre judía y excluye como tal al casado por el Reformismo, es disonante con quien reclama su ciudadanía israelí y proclama su cualidad judía por nacer en el país y declararse judío, mas sin reconocer vinculación tradicional o religiosa formal con su pasado. En tanto en la Diáspora, también se da esa dualidad por el insalvable abismo entre quien es judío, sencillamente por sentir que lo es, ya que para su tranquilidad es suficiente con que la religión se lo confiera, frente a quien siéndolo sin saber la razón, se martiriza porque su formación agnóstica le exige principios, que no atina encontrar, para adoptar con propiedad tal denominación.
…Esto porque el término identidad, una carga de acepción difícil de arrastrar a todo pueblo normal por los conceptos jurídicos, éticos, religiosos, lingüísticos…que conlleva, lo eleva inspirado por su pasión un pueblo judío atípico, que a lo largo de milenios, siendo o no apátrida, tejiera tal madeja de criterios, que quisiera o no, ya fuera con uno o con su sumatoria, sirvieran para definir y dar esencia a su existir. De allí que el todavía causto judío, con su definición y práctica increíblemente inmutables, jamás aceptara se dudase de su legitimidad, tanto el ayer rescatado del olvido en Etiopía, Abisinia… como tampoco el hoy relegado y aún recluido en China, India… Pero en contraposición se atraviesa el judío itinerante, que por no tener fijada ni bastarle definición específica alguna, en toda su trayectoria la ha estado reformando para valerse de la suya, la elaborada en su momento.
…Por eso hoy día el trance para dilucidar la identidad hace difícil al israelí y al galútico expresar con nitidez el sentido de su identificación, pareciendo querer engañarse con una supuesta desinhibición. Es lo que le ocurre al sabra que se galutiza con la trans-culturización que absorbe de la diáspora y asimila del mundo gentil, hasta intentar ejercer la Ejirá como el pretendido derecho a su desahogo existencial; o que en vez de eso lo complace con exacerbado patriotismo; o lo sacía con virtual hedonismo. En tanto lo que sucede al diaspórico es que, abrumado con inexpresivos mensajes de la burocracia sionista, elude atender el acuciante llamado ancestral de la tierra y, sin estar forzado a ello prefiere ajustar su desencanto sumiéndose en un medio goy sin contenido; o seguir campante sin preocuparle el desenlace por venir; o sino otear el horizonte para descubrir el paraje donde seguir siendo judío a través de un peregrinar sin fin.
…Es que la inmanente naturaleza judía, ambigua por definición, al mezclar la asunción de pertenencia a su fuero particular con el ansia de inmersión al mundo universal, acosa tanto la frágil alma de su pueblo que pone a riesgo su fidelidad. De dejar de transitar tales vías divergentes que la distorsionan, reemplazándolas con otras cuya fórmula operativa les fije igual sentido y dirección, aumentaría la magnitud vectorial del Judaísmo dándole más autonomía y seguridad existencial.
…La cabal representación que a través de la Historia reflejaban las Instituciones Judías del cambiante caracter de su sociedad, que como era de esperar se esfuma con la llegada de La Emancipación, solo se recupera al formarse un Estado Judío que re-crea la unitaria sensación de identidad en la población pero que, sin querer, alienta la pérdida de importantes símbolos y de exóticas tradiciones que dieran personalidad y razón de ser a etnias, suyas, con peculiar manifestación judaica, fuesen ellas caucásicas, mediterráneas… Mientras tanto, en el mundo galútico, colectividades de notable desarrollo merman su habitual facultad de desenvolvimiento en cuanto suceden situaciones conflictivas, ya que su juventud, procurando sentirse realizada, sin mediar profesión ni oficio se ve compelida a emigrar, no garantizando relevo generacional e impidiendo sucesión a una dirigencia que inconscientemente olvida que la política ideal, para prever atinadas opciones y ser representativa de la comunidad, es abrir su problemática a la discusión pública.
…He aquí el reto al Sionismo que ayer, en virtud de su contundente propuesta a solucionar la cuestión judía encaminando su pueblo a una situación de normalidad, desarmara ideológicamente aquella intelectualidad que propugnara el injerto conceptual del hombre de fe judía en casa mas ciudadano de mundo fuera de ella, y además arrebatara la melodiosa batuta que traía la Religión con sus plegarias, para erigirse en el conductor armonioso de la consumación territorial. Ese Sionismo está hoy en la encrucijada, constatando cuan difícil es ser acertado protagonista en los contrapuestos escenarios de Israel y de la Diáspora, pues no es lo mismo: el ir ayer de compleja Tesis siendo Sión lejano espejismo para devenir hoy a simple Anti-Tesis al volverse Israel palpable realidad, que el derivar mañana a abarcadora Síntesis para armonizar el policromático contexto judío. En Israel será una ingente tarea, sobre todo porque el caótico rumbo de su sociedad no deja noción clara del prototipo de pueblo a proyectar, y aunque la población sostiene el sano empeño de ser participativa desgraciadamente la afecta sobrecargar el lastre de la degradante alienación y del ávido consumismo; y además porque tendrá que sobreponerse a una Religión a la que tuvo que acudir mientras la consideraba minusválida para que diera credulidad al poder estatal, pero que ahora su sector radical le cobra exorbitante precio político haciendo casi imposible decretar democráticas leyes civiles. En la Diáspora así mismo será una ardua labor, porque deberá rebatir al previamente vapuleado libre-pensador asimilacionista que se desquita del Sionismo sentenciando que por dogmático carece de capacidad resolutiva. Tal situación se podría superar de redefinir el Sionismo, pues sabiendo que el terruño es condición necesaria pero no suficiente para que el judaísmo israelí exhiba plena identidad, tendría que auxiliarse haciendo venir antes de perder su rastro a una judería diaspórica que lleva la clave de la identidad buscada en el perenne debate, asimilación -vs- pertenencia, que cual sombra la persigue. Por consiguiente atañe al Sionismo Pos-Moderno enrumbar hacia un judaísmo pleno, invitando al sabra a revivir la espiritualidad originaria refrescando regresivamente su trashumante Historia, y convenciendo al diaspórico que en Israel haría valer su consagración luego de activar con responsabilidad por la kehilá y de accionar con desprendimiento en el mundo gentil.

Conclusión


…Aún con la Certeza que pudiera mostrar la continuidad del pueblo judío en la tierra de Israel, queda la Incertidumbre de la conservación de los factores que permitan reconocer una única y auténtica identidad que, de originarse en los sustanciales postulados de un Sionismo renovado, la identifique con significativos principios a hacer tangibles mediante una educación judía que entrelace la realidad israelí con la añoranza galútica así como el dogma religioso con el manifiesto secular, aglutinando así en vez de disgregar los caracteres esenciales, fidedignos… de su Historia, por ser rasgos insustituibles de ella.
…En contraste, pese a la Certeza que pareciera presagiar la disolución existencial de las comunidades judías diaspóricas, faltaría que a la Incertidumbre del efecto que para amortiguarla pudiera brindar la concepción de un plausible esquema vivencial, este logre surgir con vigor creando el cordón umbilical con el Estado, función a ser propiciada por un Sionismo en proceso de reformulación que, tal como el religioso en época de exilio mas que orar clamaba estar el otro año en Jerusalem, logre una especie de conexión genética indisoluble que haga del culminar viviendo en Israel, cual imperiosa función orgánica, una vital necesidad anímica.
…Esto sugiere que el Principio de Incertidumbre al que se acogen ciertos tipos de acciones que funcionan en las Ciencias Exactas, ayudaría a abordar problemas de las Ciencias Sociales que, en el caso concreto del desarrollo histórico del pueblo judío, trae representada su corrección en la mutua influencia de asociadas fuerzas contrarias, centrípetas: judeizantes y centrífugas: asimilantes, que de su seno surgen dándole presencia, potencia y orientación. Es decir que de La Certeza de la Incertidumbre Judía pudieran extraerse los elementos que proporcionen la guía para su salvaguarda y por emplear este análisis, intuir lo que el judío quizás fue, parece que es y acaso será.