El tema este año es “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”, y está en consonancia con el tema prioritario del 67 período de sesiones del Comité de las Naciones Unidas para la Condición Jurídica, Económica y Social de la Mujer (csw por su sigla en inglés): “La innovación y el cambio tecnológico, y la educación en la era digital para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas” y focaliza en las formas innovadoras en las que podemos abogar por la igualdad de género.

Innovar, transformar e incorporar la perspectiva de género en la tecnología y la educación digital facilitará a la mujer y las niñas conocer mejor sus derechos, y les permitirá potenciar el ejercicio de esos derechos. Los avances de la tecnología digital ofrecen nuevas posibilidades para resolver los retos del desarrollo y lograr el empoderamiento de la mujer.

Por cierto, que ha habido avances en la condición de la mujer que esperamos sigan aumentando, pero, lamentablemente también han habido retrocesos. En el siglo XXI, es inconcebible pensar que existen países donde se le prohibe estudiar a la mujer, no sólo se le imposibilita asistir a la universidad sino en muchos casos asistir a la enseñanza secundaria y hasta primaria. O se llega a envenenar a las niñas en los colegios para que no sigan estudiando. Es inconcebible que siga campeando la violencia doméstica, el uso de la violación como arma de guerra, el tráfico de personas para el comercio sexual, que una mujer muera porque no cubre correctamente sus cabellos, en definitiva, la concepción de que la mujer puede ser propiedad de alguien y sólo sirve para procrear.

Por eso nuestro objetivo es seguir bregando y luchando por una sociedad equitativa justa y paritaria. Una paridad que desde la riqueza de la diversidad nos permita a hombres y mujeres compartir en forma armónica en todos los ámbitos de la vida, tanto personal como social. Una paridad que permita garantizar que la mujer, que constituye la mitad de la población mundial, ocupe el lugar que por derecho le corresponde en todos los procesos de la vida.

Como mujeres renovamos nuestra esperanza en este siglo XXI para que la mujer, con su capacidad luchadora y creadora, logre que se hagan realidad los sueños de igualdad, de oportunidad de derechos, de libertad, de paz, y se elimine todo vestigio de discriminación.

En la Cumbre Mundial 2005, los dirigentes mundiales declararon que “el progreso de la mujer es el progreso de todos“. En este Día Internacional de la Mujer, procuremos demostrar, una vez más cuán ciertas son esas palabras. Asumamos, hombres y mujeres juntos el reto de garantizar la equidad y la igualdad de la mujer en todos los ámbitos de la vida.

Nota original:  https://www.elpais.com.uy/opinion/ecos/dia-internacional-de-la-mujer-7-3